Eso es lo que tiene mi pareja, si aún somos una pareja, aunque él ya le puso una fecha de caducidad a nuestra relación con su “Me regreso a Alemania”.
He tratado de entenderlo, aunque a veces creo que es más, para consolarme a mi misma que realmente para entenderlo a él, pero la verdad es que, es muy difícil, y pues no, no lo entiendo.
Se que le tiene miedo al compromiso, me lo ha demostrado, y se que así paso con otras parejas (aunque ese sea un tema que me tenga sin cuidado 😉), el caso es que no puede comprometerse o plantearse un futuro que no sea consigo mismo. Veamos los hechos: Somos una pareja que ha tenido MUCHOS, sí, así en mayúscula y hasta en negritas, muchos problemas, un comienzo accidentado, un intermedio bastante distante y ahora un presente con vistos de casi final bastante calmado, aunque no por eso menos accidentado y un poco doloroso. Porque claro cuando amas y te dicen adiós, no es que vayas a saltar de alegría.
Pero bueno, después de todo lo que hemos pasado algunas personas pensarian, “wow… y todavía siguen juntos? Eso es amor! De aquí al altar” o algo por el estilo y eso hasta yo misma lo he pensado, pero NOOOOO!!!
Él no quiere comprometerse y no quiere una vida conmigo, al parecer todas esas conversaciones en las cuales yo le decía lo que quería para mi futuro y el me decía lo que pensaba sobre el suyo y el coincidir y vernos juntos, pues cual espuma de mar, desapareció.
Y claro, si lo pienso un poco, si él no quiere comprometerse conmigo o vivir conmigo, pues menos va a querer hacerlo con mi hijo, “no quiere uno propio, va a querer uno ajeno” no ha querido ni tan siquiera pensar en la idea de tener un hijo porque eso, supongo que pensara que lo ataría a algún lado y eso es justo lo que quiere evitar. Así que Dios, los astros, la naturaleza y mi cuerpo muy sabio, hicieron que sin saber que estaba embarazada tuviera un aborto espontáneo 2 veces, acrecentando el dicho de “las cosas pasan por algo”.
La parte más importante de su familia está en la ciudad de nuevo, y de nuevo se que no las veré y ellas no me verán, las conozco por fotos, todas las fotos que tiene de él, solo, con amigos y con su familia en las paredes de su casa y entre las cuales no hay una sola donde aparezca yo, despues de casi 7 años, así que seguiré siendo ese fantasma que saben que existe pero que no tiene importancia y por ende seguirán diciéndole “regresa”, “que haces acá?”. Y yo sufriré en silencio esperando algo que sé que no va a suceder, pero que tengo la esperanza, la “ilusa esperanza” de que suceda, y también de que se despierte un día y se diga y me diga, “si, no puedo vivir sin ella”, “si, no puedo vivir sin tí”.
Son cosas que a las personas ilusas y enamoradas como yo, nos cuesta entender. Si te amo y me amas (o eso dices), yo quisiera estar contigo por el resto de mi vida y más, pero tú qué dices que, también me amas, solo quieres estar solo y seguir con las libertades que te da la soltería porque piensas que el matrimonio y la convivencia son una cárcel (o eso es lo que parece). Realmente cada vez que recuerdo tus palabras siento que me atraviesan como un cuchillo, “quieres estar conmigo, porque te gusta estar conmigo, porque soy yo, porque me quieres” y cuando termines de hacer tus papeles y te vayas entonces qué?
No hay quien te entienda, no hay quien me entienda, no hay quién nos entienda, pero igual seguimos juntos en este limbo de relación sin compromiso de nada.