Sigo

Sigo sin creer en los cuentos de hadas, los Príncipes azules no existen a menos que los asfixies.

Sigo sin creer en los finales felices, ver que algo lindo se acaba es triste.

Sigo pensando que un día me dejará, se dará cuenta o recordará todo lo que pasamos y lo que sufrió y simplemente se dará la vuelta y se irá.

Sigo teniendo miedo del «qué será mañana», nadie sabe que será manana, no quiero planear un futuro que luego se desmorone igual me gustaría saber que pasará.

Sigo soñando con dormir entre sus brazos, eso brazos que desde la primera vez que me abrazaron desee que no me suelten nunca más.

Sigo mirándome al espejo pensando «que me ve?», siempre he pensado que podría haber alguien mejor para él.

Sigo amandolo aunque ya no crea en mis palabras, y es que, quien cree en un «te amo, pero no puedo estar contigo».

Sigo deseándolo como la primera vez, como ese primer beso que demoró mucho en llegar.

Sigo pensando en que me ama, aunque ya no lo demuestre y es que trato tanto de demostrarmelo que ahora ya se canso.

Sigo queriendome perder en su mirada, esa de la que siempre he vivido enamorada y que se ilumina al sonreir.

Sigo esperando un «te extraño» que ya no llega, seguro porque ya me extraño demasiado en otro momento y un par de días no son un par de meses.

Sigo deseando que su sonrisa… Sea lo último que vea en esta vida, aunque casi nunca sonría por mí.